Los recuerdos que tengo de pequeña para navidades,  por lo general es de  mi madre delante de los fogones. En casa nos reuníamos toda la familia, y  eran días de mucho trabajo, no obstante ella lo hacía y sin ninguna queja.
Cocinaba muchísimos platos y muy variados, y entre los diferentes postres, siempre habían manzanas al horno, era lo que más le gustaba a mi abuelo y a mi padre.








No obstante hoy seguimos haciéndolas, aunque ninguno de los dos está ya con nosotros, pero es un postre ligero, que apetece después de comidas algo más copiosas de lo habitual, y el aroma inconfundible que deja en casa a manzana y canela es irresistible.Las edades van sumando y mi madre por otra parte  se va retirando de los fogones para yo tomar el relevo.










Ingredientes






para 4 personas






4 manzanas reineta o golden


4 cucharas de postres de azúcar moreno


1 cucharita de café de canela molida


1 cuchara de postre de mantequilla


3 cucharadas de agua






Preparación de las manzanas


Precalentamos el horno a 200º




Engrasamos una bandeja apta para horno con mantequilla.




Lavamos bien las manzanas, descorazonamos con cuidado de no llegar hasta el final, debemos asegurarnos que las manzanas se mantengan de pié, y pinchamos un poco las manzanas para que no revienten durante la cocción.




En un bol ponemos la mantequilla, calentamos unos segundos en el microondas para que se funda.




Añadimos el azúcar y la canela, mezclamos y esta mezcla untamos bien el interior de las manzanas.




Las depositamos en la bandeja del horno, ponemos 2 ó 3 cucharadas de agua y horneamos durante 25 o 30 minutos a 200º o hasta que estén tiernas, no debe quedar compota.




Las rociamos con el líquido de la bandeja y servimos calientes.