Después de un tiempo sin escribir en el blog, he decidido volver a la cocina y retomar este espacio que tantas alegrías me ha dado. En estos dos últimos años mi forma de cocinar ha cambiado mucho. Mis hijos ya se han independizado, la entrada en la menopausia y, comer sola a la hora de los almuerzos, mis comidas se han vuelto más simples, prácticas y ligeras.
Mi cocina siempre ha girado en torno a recetas fáciles y rápidas, pensadas para quienes buscan comer bien sin complicarse. Cocinar para uno puede ser todo un reto, sinceramente da un poco de pereza, pero se tiene que comer y además ha llegado la época que uno debe de cuidarse más que nunca.
En esta nueva etapa quiero seguir compartiendo ideas de cocina casera, platos sencillos para todos los días y alguno truco para facilitar el día a día en la cocina. Habrá recetas de temporada, platos para cuidarnos y todos para prepararlos en poco tiempo.
Te invito a acompañarme en esta nueva etapa, donde la cocina se vuelve más práctica, pero sin perder mi esencia.
Empiezo esta nueva etapa del blog con una receta muy mía, de esas que siempre tengo en la nevera y que uso para dar sabor a todo: un aliño de cilantro fresco. Si llevas tiempo por aquí, sabrás que soy una auténtica fan del cilantro. Su aroma intenso y su sabor entre cítrico y herbal me parecen irresistibles. Pero también entiendo que es un ingrediente que no gusta a todo el mundo —el cilantro tiene carácter, y eso se nota desde la primera cucharada.

Aun así, te animo a darle una oportunidad. Este aliño casero es muy fácil de preparar, se conserva varios días en la nevera y transforma cualquier plato simple en algo especial. Lo uso para aderezar ensaladas, verduras asadas, pollo a la plancha…
🌿 Ingredientes
1 manojo de cilantro fresco, unos 40 gr
1 diente de ajo
10 ml de zumo de lima o limón
40 ml de agua
50 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto

🧄 Preparación
Lava bien el cilantro y sécalo ligeramente.
Coloca las hojas y el tallo en el vaso de la batidora junto con el ajo, el zumo de lima, el aceite, el agua y la sal.
Tritura hasta obtener una salsa.
Ajusta la textura con un chorrito de agua si lo prefieres más líquido.
Pruébalo y rectifica de sal o limón según tu gusto.
Guárdalo en un tarro de cristal en la nevera; te durará 3 o 4 días sin problema.
💡 Mis trucos
- Si no eres muy fan del sabor intenso del cilantro, puedes mezclarlo con un poco de perejil para suavizarlo.
- Añadir una pizca de chile fresco le dará carácter del aliño.
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Este aliño es perfecto para quienes cocinamos recetas sencillas y básicas: con una cucharada puedes dar vida a cualquier plato simple. Imagina sobre calamares a la plancha, sobre unas zamburiñas, unas gambas.
