Los calamares a la romana  junto con la patatas bravas, creo que las podemos considerar tapas  imprescindibles en nuestros aperitivos de domingos.Rebozados podemos encontrar muchos, cada uno los hace a su estilo, hay quién pone huevo, cerveza, levadura, harina para tempura, leche, soda, gaseosa, agua con gas, algunos incorporan colorante al rebozado… Pero creo que tod@s estaremos de acuerdo, que queremos unos calamares tiernos, por que a pesar de ser frescos no siempre es garantía de que salgan lo tiernos que quisiéramos, ahora mis calamares salen tiernos, los frescos y los congelados, gracias al concurso «Tu mejor truco» que organizamos desde Pienso…luego cocino.

Ingredientes
para 4 personas
500 gr de calamar
harina
1/2 vaso de gaseosa muy fría
sal
aceite de oliva virgen

Preparación

La noche anterior limpiamos los calamares, (las patas y las aletas las podéis congelar para una paellita o para rellenar calamares) cortamos en anillas. Ponemos los calamares en un tupper y le añadimos 1/2 cucharadatita de bicarbonato, mezclamos bien, tapamos y dejamos en el frigorífico.Al día siguiente lavamos bien, escurrimos y secamos los calamares con un trapo de cocina, para eliminar el exceso de agua, así evitaremos salpicaduras y salpimentamos.

Prepararemos la masa, en un bol ponemos la gaseosa muy fría, como si fuéramos a preparar una tempura, y vamos añadiendo harina hasta conseguir una pasta espesa.
Calentar en una sartén abundante aceite de oliva.
Vamos pasando los calamares por la masa y freímos los calamares, no poner muchos en la sartén dejar que tengan espacio entre si y así no baja la temperatura del aceite. Cuando estén dorados retirar y dejarlos sobre un papel absorbente de cocina.Servir calientes, rociados de limón o con alguna salsa, mahonesa o en mi caso salsa tártara.

Os dejo el enlace de Sonia, que ha preparado otro rebozado de calamares, aquí su propuesta.