Mi primer crumble, nunca lo había hecho, pero cuando antes de vacaciones se lo vi a Pilar, de Mi mesa para tres, tenía claro que a la vuelta el primer día que encendiera el horno, seria para hacerlo. Me ha encantando el toque crujiente mezclado con la acidez de la fruta es altamente irresistible.No suelo publicar cada día desde hace tiempo, pero se me han acumulado muchas recetas, que quiero dar salida y compartir con vosotros. Así que de forma excepcional publicaré con un poco más de frecuencia que antes.

Ingredientes
para la masa
125 gr de azúcar
1 cucharadita rasa de levadura
180 gr de harina
125 gr de mantequilla muy fría
1 huevo pequeño
una pizca de sal
la ralladura de 1/2 limón
para el relleno
1 cajita de arándanos frescos
60 gr de azúcar
2 cucharaditas de maicena
1 cuchara de mermelada de arándanos, opcional

Preparación 

Forrar el molde que vayamos a utilizar, el mio era de 20×20, untamos de mantequilla y reservamos.
Precalentamos el horno a 190º.
En un bol preparamos la masa, ponemos el azúcar, la harina, la sal, la levadura y la ralladura de limón, añadimos el huevo y la mantequilla muy fría cortada a cuadraditos, mezclar con la ayuda de dos cuchillos, que quede una masa arenosa.
Extender la mitad en el molde y la otra la guardamos en el frigorífico.
En otro bol preparamos el relleno, ponemos el azúcar, la maicena y si queremos una cuchara de mermelada, mezclamos y añadimos los arándanos, lo mezclamos todo con cuidado.
Extendemos el relleno por encima de la masa que tenemos en el molde y cubrimos con la otra mitad que tenemos reservada en el frigorífico.
Llevamos al horno precalentado a 190º, hasta que este doradito, en mi caso unos 20 minutos.