Me encantan estas recetas que se hacen con ingredientes básicos, que no te llevan más de 30 minutos y con las que obtienes unos resultados exquisitos. Y es que soy fiel a las recetas fáciles, que no me quiten mucho tiempo entre fogones, a veces pierdo más tiempo montando escenario, fotografiando, y recogiendo que cocinando ja ja ja
Ya sabéis que fue la obligación más que la devoción quién me puso delante de los fogones, si es cierto que en estos últimos 7 años he cocinado platos que ni yo me lo hubiera imaginado, pero a la mínima oportunidad que se me presenta me sigo escapando de la cocina.
Esta receta la vi en Café Delites
Ingredientes
20 tiras de solomillos de pollo (4 o 5 por persona)
1 cucharada de harina
1 cucharada de parmesano rallado
sal
pimienta
albahaca
2 chalotas en brunoise
1 diente de ajo picado
1 bandeja pequeña de champiñones laminados
200 ml de nata 18%MG
150 ml de leche evaporada Ideal
2 cucharadas de parmesano rallado
cebollino picado
oregáno
Preparación
En un bol ponemos la harina junto con el parmesano rallado, sal, albahaca y pimienta recién molida al gusto, mezclamos bien. Enharinamos ligeramente los solomillos, retirando el exceso y los depositamos sobre un plato.
En una sartén ponemos un poco de aceite de oliva y freímos los solomillos unos 5 minutos por cada lado, dependiendo del grosor de los solomillos. Retiramos y reservamos.
En la misma sartén, añadimos las chalotas y el ajo bien picado, cuando esté dorada la cebolla añadimos los champiñones, sofreímos unos minutos.
Vertemos la nata y la leche evaporada, dejamos reducir un poco la salsa, agregamos el parmesano rallado, removemos bien e incorporamos los solomillos, rectificamos de sal, espolvoreamos orégano y dejamos unos 5 minutos todo el conjunto.
Antes de servir espolvoreamos cebollino picado.
Se ve espectacular estos solomillos de pollo con esa salsita. Un besazo.