No me cansaría de comer huevos, me gustan cocinados de todas las formas, pasados por agua, duros, fritos, al horno, rellenos, en tortilla, sólo me molesta una cosa y es el olor que a veces queda en los utensilios y que tienen un inconveniente  que no paras de mojar pan y eso dónde va a parar??? a la cintura y al trasero jajaja. Pero qué le vamos hacer me gusta comer.


Ingredientes
para 4 personas
8 huevos
8 o 10  dientes de ajo
100 ml de leche
unas ramitas de perejil
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
mantequilla para engrasar el plato




Preparación
Lavamos el perejil, secamos y cortamos bien picadito.
Pelamos los ajos y los laminamos.
Ponemos 4 cucharadas de aceite de oliva virgen en una sartén a calentar y doramos los ajos, cuando estén doraditos, retiramos el equivalente a un ajo y dos cucharadas de aceite para decorar al final el plato.
Añadimos la leche la sartén y dejamos a fuego bajo que el ajo quede tierno. Apagamos y dejamos que la leche se enfríe completamente y se infusione con el ajo. Vertemos en el vaso de la batidora, salpimentamos y trituramos bien.
Precalentamos el horno a 200º.
Engrasamos con mantequilla los moldes que vayamos a utilizar para servir los huevos, que sean aptos para el horno.
Repartimos 25 ml en cada molde o plato y cascamos 2 huevo en cada uno.
Introducimos en el horno y cocemos a 200º durante 12 minutos o hasta que la claras cuajen.
Espolvoreamos con el perejil y regamos con el aceite que teníamos reservado y repartimos unas láminas de ajo en cada plato y servimos acompañado de pan tostado.
Esta receta la vi en la revista Cocina de Lecturas.