Esta receta se prepara en apenas 15 minutos, no necesita ni mucha elaboración ni técnica, la zanahoria prácticamente hace todo el trabajo, dándole mucha jugosidad a la miga, y el jengibre y la canela junto con las nueces le da un sabor extraordinario.
Ingredientes
para un molde de 25 cm x 17 cm
220 gr de zanahoria (2 o 3 zanahorias dependiendo del tamaño)
120 gr de aceite de girasol
250 gr de azúcar moreno o panela
3 huevos M
160 gr de harina de espelta (puede ser normal)
2 cucharaditas de impulsor químico, tipo Royal
1 cucharadita de jengibre en polvo
1/4 de cucharadita de canela
60 gr de nueces troceadas finamente
Preparación
Precalentamos el horno a 180º.
Forramos con papel vegetal un molde rectangular de paredes bajas y engrasamos.
Cortamos los extremos de las zanahorias, pelamos, lavamos, secamos y rallamos con un rallador de agujero fino. Reservamos.
En un bol ponemos el aceite girasol junto con el azúcar, batimos con la ayuda de unas varillas eléctricas, vamos añadiendo los huevos de uno en uno, hasta que estén totalmente integrados y cremosos.
Incorporamos la harina con la ayuda de un tamizador o colador de malla fina, la levadura, el jengibre, la canela, la zanahoria rallada y las nueces, mezclamos con la ayuda de una espátula con movimientos suaves.
Vertemos en el molde y horneamos durante 45-50 minutos a 180º.
Comprobamos con un palillo, pinchando en el centro, para comprobar que esté cocido.
Dejamos enfriar completamente y desmoldamos.
Antes de servir espolvoreamos azúcar glas.