Antiguamente se celebraban los cambios de estaciones, ya que marcaban el paso del tiempo y la época de las cosechas y de las siembras. Estas fiestas paganas se fueron cristianizando y es el santoral que marca la estación, San Juan, anuncia la llegada del verano, San Miquel marca el inicio del otoño, Navidad nos trae el invierno y San José es el paso a la primavera.
En Cataluña para celebrar el término del invierno se preparaba la famosa crema de Sant Josep o crema catalana. Antes era día festivo y se celebraba el santoral y en la escuela preparábamos un trabajo manual para regalar al padre en un día como hoy. Ahora muchas escuelas no preparan nada, dicen que hay muchas familias desestructuradas y dejarían excluidos muchos niños… esta claro que las cosas han cambiado bastante en los últimos años.
Es un postre que todos conocéis a base de yemas de huevo, azúcar y leche, con una fina capa de azúcar quemado. La crema que os propongo hoy es del libro Escuela de Cocina, aunque he hecho unas pequeñas modificaciones y la idea de presentarla en un bote de conservas con manzana caramelizada, es de un restaurante de Barcelona, Bohemic , que fuímos unos amigos blogueros, al regreso de las vacaciones, junto con Astrid, de Mi blog de Pintxos.
Ingredientes
para 4 personas
500 gr de leche
4 yemas de huevo
100 gr de azúcar blanquilla
1 vaina de vainilla
20 gr de maicena
la piel de un limón, sin nada de blanco
azúcar moreno para quemar
1 manzana
20 gr de mantequilla
2 cucharadas de azúcar moreno

Preparación

Pelamos la manzana y retiraremos el corazón, la cortamos a daditos pequeños. En una sartén ponemos el azúcar junto con la mantequilla y los dados de manzana, dejamos a fuego suave hasta que esté tierna y caramelizada. Dejamos enfriar.
En un cazo ponemos la leche (reservar un poquito de leche fría para desleír la maicena) junto con la piel del limón.
Abriremos la vaina con la ayuda de un cuchillo afilado, practicando un corte a lo largo de la vaina, con cuidado de no traspasarla, hemos de abrir la vaina, no cortarla por la mitad. Con la ayuda de una cucharilla, retiraremos las semillas de la vainilla y las añadiremos junto con la vaina en el cazo donde tenemos la leche. Llevaremos a ebullición y la dejaremos hervir durante 10 minutos a fuego lento.
En un vaso pondremos la leche que hemos reservado y el almidón, remover hasta su completa disolución. Incorporarla al resto de leche. Colarla para asegurarnos que no quede ningún grumo. Retirar la vaina de vainilla y la piel del limón.
En un bol batiremos hasta que blanqueen las yemas y el azúcar. Añadir sin dejar de remover con la ayuda de unas varillas la leche, poco a poco para evitar que los yemas cuajen.
Poner la mezcla en el cazo y llevar a fuego lento sin dejar de remover constantemente, no ha de hervir, para que cuaje, cuando se enfría se espesará más.
Dejar enfriar a temperatura ambiente.
Repartir la manzana en los vasitos que vayáis a servir la crema, verter la crema encima y dejar enfriar en el frigorífico hasta el momento de servir.
Antes de servir, espolvorear con azúcar y quemar con un soplete.