Si habéis leído bien crema de lavanda, esas flores secas que ponemos en bolsitas para que el armario huela bien. Un gran desconocido para muchos, pero se puede hacer infusiones y cocinar con sus flores.

Desde que la probé en las galletas, he ido guardando recetas para introducir más estas flores y de nuevo me llego la oportunidad de la mano de Eri, con estos vasitos. Os animo a probarlos, son suaves y con un delicado sabor y aroma a espliego, que os va a encantar.

A que las tapas son chulas??? son tapas para sellar los vasos de yogur, para mantenerlos aislados de los malos olores y para que no se formen costra en la superficie y además se pueden imprimir, es un regalo que me hizo Eri.

Nota: Eri me ha proporcionado las direcciones donde compra las tapas termosellables, aquí es para comprar grandes cantidades y aquí las tapas se pueden comprar en menor cantidad. La información fue encontrada en Gastronomía y Cía.

 

 

Ingredientes
para 5 o 6 vasos
para la crema de lavanda
200 ml de nata líquida 35% M.G
1 cucharita de postres de flores de lavanda, compradas en el herbolario
2 huevos grandes
1 yema de huevo grande
50 gr de azúcar
100 ml de leche
20 gr de almidón
para la mousse de queso
75 gramos de queso fresco, yo he puesto Quark
25 gr de mascarpone
1 hoja de gelatina
40 gr de azúcar
150 ml de nata 35% M.G.
para decorar 

Preparación de la crema

Ponemos la nata junto con las flores de lavanda a calentar en un cazo a fuego bajo. Cuando rompa a hervir la retiramos del fuego y dejamos infusionar. Luego si queremos podemos colar o dejar las flores, yo la he colado.
Disolvemos el almidón junto con la leche.
En un cazo ponemos el huevo junto con la yema del otro huevo, añadimos el azúcar y mezclamos. Agregamos la leche y la llevamos al fuego suave sin dejar de remover. Cuando este caliente añadimos la nata infusionada con la lavanda y vamos removiendo hasta que espese.
Repartimos la mezcla en los vasos donde vayamos a servir, dejamos enfriar y lo guardamos en el frigorífico.
Preparación de la mousse de queso
 
Ponemos la hoja de gelatina a hidratar con agua muy fría.
En un bol mezclamos el queso fresco, el mascarpone y el azúcar.
Semi montamos 100 ml de  nata y reservamos.
Ponemos los 50 ml de nata restantes a calentar en un cazo y añadimos la hoja de gelatina escurrida con las manos, removemos bien para que se disuelva totalmente. Añadimos a la mezcla de quesos, mezclando con la ayuda de unas varillas.
Incorporamos la nata semi montada con movimientos envolventes y suaves.
Ponemos la mousse en una manga pastelera y guardamos 2 horas en la nevera.
Retiramos los vasos del frigorífico, repartimos con la ayuda de la manga pastelera la mousse encima de la crema y volvemos a dejar dentro del frigorífico hasta el momento de servir.