Solomillo de cerdo envuelto en hojaldre con salsa de setas

Antes de que lleguen los invitados a casa podemos tener ya la salsa preparada para calentarla en el último momento. Además para obtener un buen resultado es mejor que la carne esté completamente fría para que no nos ablande demasiado el hojaldre, por lo que podemos marcarla con antelación y reservarla hasta el momento de forrarla con el hojaldre, que es un momento.

2 solomillos de cerdo

mostaza a la antigua Maille

2 láminas de hojaldre

1 yema de huevo

para la salsa

20 gr de setas deshidratadas

4 chalotas

200 gr de champiñones

1 chorro generoso de Jerez semidulce

2 cucharadas de agua de rehidratar las setas

300 ml de nata líquida

una nuez de mantequilla

aceite de oliva virgen extra

sal

pimienta

tomillo fresco

En un bol ponemos agua caliente y dejamos las setas en remojo durante 30 minutos.

Limpiamos los solomillos de grasa.

Untamos ligeramente los solomillos de aceite de oliva extra y los marcamos en una sartén amplia, por todos sus lados hasta que estén dorados, salpimentamos a gusto y reservamos. Mejor que estén completamente fríos antes de envolverlos con el hojaldre.

Pelamos las chalotas y picamos finamente.

Limpiamos los champiñones y los picamos finamente a cubos.

En la misma sartén donde hemos marcado los solomillos ponemos un poco de aceite de oliva junto con la nuez de mantequilla, pochamos lentamente las chalotas.

Cuando estén tiernas añadimos los champiñones y dejamos un par de minutos, agregamos las setas escurridas y salteamos unos minutos para que pierdan el agua a fuego medio/alto.

Vertemos el Jerez y subimos el fuego para que se evapore el alcohol.

Añadimos las dos cucharadas del agua de rehidratar las setas, bajamos el fuego y dejamos que se haga el conjunto unos minutos. (En este punto podemos dejar la salsa y terminar en el último momento en que añadiremos la nata).

Extendemos las láminas de hojaldre, cortamos tres tiras de 1’5cm de ancho de cada lámina y reservamos.

Untamos bien los solomillos con la mostaza, pincelamos las láminas con el huevo batido, ponemos cada solomillo en una lámina de hojaldre, lo colocaremos en uno de los extremos de la lámina, envolvemos, sellamos bien los extremos.

Colocamos los solomillos sobre una bandeja apta para horno forrada con papel de hornear, con la parte doblada tocando el papel, pincelamos la superficie con huevo batido, decoramos con las tiras de hojaldre que teníamos reservadas, pincelamos las tiras y horneamos durante 15/20 minutos a 200º, dependerá del horno y de lo hecha que se quiera la carne.

Mientras terminan de hacerse los solomillos, terminaremos la salsa.

Agregamos la nata, subimos la intensidad del fuego para que se reduzca la salsa, salpimentamos y reservamos.

Cortamos los solomillos a rodajas con un cuchillo afilado de sierra, ponemos una base de salsa en el plato y colocamos las rodajas encima de la salsa, espolvoreamos un poco de tomillo fresco y servimos.