Un imprescindible en nuestra despensa, vas a utilizarla muchísimo, es fácil de preparar y muy versátil, solo necesitas paciencia y tiempo para cocinarla.
No es necesario añadir ni caramelo líquido, ni azúcar, ni nada, desde que aprendí hacerla así ya no he vuelto ha añadirle nada, el azúcar natural de la cebolla es suficiente, ¿y cómo se consigue este resultado?.
Cuando el aceite se calienta, la cebolla empieza a sudar, va perdiendo el agua que contiene y se va ablandando lentamente, durante este proceso va liberando los azúcares naturales. Al evaporarse todo el agua que contienen la temperatura empieza a subir y comienza la caramelización.
Ingredientes
5 o 6 cebollas blancas dulces
aceite de oliva virgen extra
sal
Preparación
Pelamos las cebollas y cortamos por la mitad. Luego cortamos en juliana siguiendo la fibra de las cebollas, de esta forma no se deshará durante la cocción (mirar foto inferior).
En una cazuela o sartén amplia ponemos aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente, pero con cuidado no queremos que la cebolla tome color, ya lo hará durante el proceso de caramelización, incorporamos la cebolla, damos unas vueltas con la ayuda de una espátula para que se impregne bien, y dejamos sudar a fuego suave, el proceso puede llevarte 60 minutos, iremos removiendo de vez en cuando.
Una vez hemos terminado la cocción podemos guardarla en un bote hermético para tenerla a mano, nos combinará muy bien en tostadas con queso, con patés, morcilla…Nota: el truco para que no se queme es cocinarla a fuego muy suave, si vemos que durante la cocción se queda seca, podemos añadir una cucharada de agua, tantas veces como sea necesario.
Puedes aromatizarla con vino dulce si quieres, yo suelo añadirle Pedro Ximénez, una vez caramelizada la cebolla, añadimos un chorrito, subimos el fuego para que se evapore el alcohol, bajamos nuevamente y dejamos cocinar 15 minutos más.Una vez pruebes el hacerlo de esta forma, ya no volverás añadirle azúcar, y te servirá de base para muchos platos:
Una vez hemos terminado la cocción podemos guardarla en un bote hermético para tenerla a mano, nos combinará muy bien en tostadas con queso, con patés, morcilla…Nota: el truco para que no se queme es cocinarla a fuego muy suave, si vemos que durante la cocción se queda seca, podemos añadir una cucharada de agua, tantas veces como sea necesario.
Puedes aromatizarla con vino dulce si quieres, yo suelo añadirle Pedro Ximénez, una vez caramelizada la cebolla, añadimos un chorrito, subimos el fuego para que se evapore el alcohol, bajamos nuevamente y dejamos cocinar 15 minutos más.Una vez pruebes el hacerlo de esta forma, ya no volverás añadirle azúcar, y te servirá de base para muchos platos:
En el blog podrás encontrar más sugerencias.
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