Una de las combinaciones que casan perfectamente, la manzana aporta mucha suavidad al sabor de la morcilla, es como la unión de uvas y queso, este bocado también sabe a beso. Sino probar y me contáis.
Ingredientes
1 lámina de masa quebrada
300 gr de morcilla
un puñado de piñones
2 manzanas golden pequeñas
3 huevos
200 ml de nata líquida 18 % MG
50 ml de leche
sal y pimienta
aceite de oliva virgen extra
Preparación
Precalentamos el horno a 180º.
Primero engrasamos el molde que vayamos a utilizar y forramos con la masa, presionando bien en la base y en los laterales, cortamos el sobrante, cubrimos con el mismo que papel que lleva la masa y rellenamos con garbanzos secos, para evitar que la masa suba, horneamos durante 10 minutos a 180º.
Mientras pelamos, descorazonamos y cortamos a dados pequeños las manzanas.
En una sartén ponemos unas gotas de aceite de oliva virgen extra, tostamos los piñones, con cuidado de que nos se quemen, retiramos y reservamos.
En la misma sartén salteamos las manzanas hasta que esté doradita, añadimos la morcilla sin piel y desmenuzada, cocinamos el conjunto 5 minutos. Si vemos que ha soltado mucho aceite la morcilla, colamos el exceso.
En un bol batimos los huevos junto con la nata, la leche, añadimos la mezcla de manzana y morcilla, los piñones y salpimentamos, removemos para integrar los ingredientes.
Retiramos los garbanzos y el papel y rellenamos con nuestra mezcla.
Horneamos durante 30 minutos a 180º.
Dejamos reposar 5 minutos y servimos. También puedes consumirla a temperatura ambiente.