🎃 Con el otoño ya bien asentado, la calabaza butternut se convierte en una de las protagonistas indiscutibles de mi cocina. Su sabor suave, ligeramente dulce y su textura cremosa la hacen perfecta tanto para cremas como para platos al horno. Además, combina de maravilla con hierbas aromáticas, quesos y un toque cítrico como el del limón.

Hoy te traigo una receta que me encanta preparar cuando quiero algo sencillo pero especial: calabaza al aroma de limón. Es un plato lleno de color, equilibrado y con ese contraste delicioso entre el dulzor de la calabaza asada y el frescor del limón.

Además, se prepara sin prisas, pero casi sin trabajo. Mientras el horno hace su magia, tú puedes dedicarte a otra cosa. Y cuando la calabaza está lista, solo queda añadir la mezcla de quesos, los frutos secos y el aliño cítrico. Una receta sencilla, pero con un resultado espectacular.

🛒 Ingredientes

1 calabaza butternut

1 ramita de romero

Aceite de oliva virgen extra

Sal y pimienta

100 g de requesón

50 g de gorgonzola

Ralladura y zumo de ½ limón

Un puñado de pipas de calabaza, pipas de girasol y piñones tostados

👩‍🍳 Preparación paso a paso

Para empezar, precalienta el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo.

Mientras tanto, lava la calabaza y córtala por la mitad. Retira las semillas del interior y trocéala en piezas de tamaño bocado.

A continuación, colócala en una bandeja de horno y añade las ramitas de romero. Rocía con aceite de oliva virgen extra, salpimenta al gusto y mezcla bien para que todos los trozos queden impregnados.

Introduce la bandeja en el horno y hornea durante unos 40 minutos, o hasta que la calabaza esté tierna y ligeramente dorada por los bordes.

Mientras tanto, prepara la mezcla de quesos: en un bol, combina el requesón y el gorgonzola hasta obtener una textura cremosa y homogénea. Si lo prefieres, puedes usar una manga pastelera para repartirla más fácilmente al final.

Después, elabora la vinagreta de limón. En otro recipiente, mezcla la ralladura y el zumo de medio limón y emulsiona con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. El resultado debe ser un aliño ligero y aromático.

Cuando la calabaza esté lista, dispón los trozos en la fuente de servir. Añade por encima la mezcla de quesos, reparte los frutos secos tostados y, finalmente, aliña con la vinagreta de limón.

Y listo: una receta fácil, ligera y deliciosa, perfecta para disfrutar de los sabores del otoño.

🌿 Una combinación que sorprende

Lo mejor de esta receta es su equilibrio: la calabaza aporta dulzura, el queso gorgonzola da intensidad, el limón refresca y los frutos secos añaden ese toque crujiente que lo cambia todo. Además, es un plato versátil: puedes servirlo como entrante templado, como guarnición o incluso como plato único acompañado de una ensalada verde.

Receta adaptada de @cintet