La focaccia, es una de las masas, después de la pizza, más populares de Italia. Es originaria de la Liguria.

Los genoveses dicen que es imprescindible hacer «ombligos» en la masa, para que el aceite penetré en ellos y que debe comerse al revés, es decir la parte condimentada es lo primero que debe tocar la lengua, para que las papilas gustativas capten todo el sabor.

Bueno está evidentemente no es la mejor focaccia que podáis comer, pero para ser mi primera masa, no está nada maaaal.

Está elaborada con queso,  he utilizado cheddar mature, de Catherdral City, que tiene un sabor suave y una maduración de unos 9 meses. Todos sus quesos están elaborados con leche de origen británico, exactamente de Cornualles, dónde se encuentran los mejores pastos.

Ingredientes
1 cebolla
40 gr de aceite para freír la cebolla
200 gr de leche
60 gr de aceite
25 gr de levadura de panadero fresca o prensada
400 gr de harina de fuerza
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de orégano
olivas negras (22 o 24 )
30 gr de aceite de oliva para el acabado final
orégano para espolvorear

Preparación con Thermomix

Cortamos el queso a daditos pequeños. Reservamos.

Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina, la ponemos en el vaso junto con los 40 gr de aceite de oliva virgen extra, programamos 12 minutos, temperatura 100º, giro a la izquierda, velocidad 1. Escurrimos y reservamos.

Lavamos el vaso y secamos.

Ponemos la leche junto con 60 gr de aceite de oliva, calentamos 1 minuto, 37º, velocidad 2. Añadimos la levadura desmenuzada y mezclamos 10 segundos, velocidad 4.

Repartimos la harina alrededor de las cuchillas, agregamos la sal, el orégano, el queso cortado y mezclamos 10 segundos, velocidad 6.

Programamos 2 minutos, vaso cerrado, espiga.

Forramos una bandeja para horno con papel de hornear, engrasamos ligeramente con aceite. Volcamos la masa en el interior y estiramos, hasta cubrir todo el molde. Hacemos marcas con los dedos en la masa, repartimos la cebolla y las olivas, tapamos con film transparente y dejamos reposar entre 1-2 horas, hasta que duplique su volumen.

Precalentamos el horno a 200º.

Regamos con el aceite restante, unos 25 o 30 gr, espolvoreamos orégano y horneamos durante 30 minutos a 200º, o hasta que esté dorada. Desmoldamos y dejamos enfriar ligeramente.


Receta del libro Masas de Susaeta.