Anteriormente ya os hablé del origen de les madeleines. Estas conchas pequeñas se consiguen gracias a moldes especiales con forma acanalada.

Se parecen a nuestras magdalenas, la diferencia es la incorporación de la mantequilla, ésta se calienta a fuego suave hasta tostar los sólidos lácteos y la grasa adquiere un delicioso aroma a avellana, lo que ellos denominan «beurre noisette«, más abajo os explico cómo se elabora

Por otra parte se refrigera la masa de esta manera cuando entre en contacto con la calor se formará la barriguilla tan característica.


Ingredientes
para 25 madeleines
Harina de repostería, 150 gr
Azúcar, 150 gr
Mantequilla, 150 gr
3 huevos (150 gr)
4 gr de impulsor químico
25 gr de cacao puro Valor

Preparación

Calentamos en un cazo a fuego suave la mantequilla, empezará a fundirse y formará una espuma blanca. El agua empezará a evaporarse y los sólidos lácteos empezarán a desintegrarse, es decir la espuma blanca se irán al fondo, bajaremos más el fuego para evitar que se quemen, necesitamos que se tueste,  dejamos unos minutos para que adquiera un tono dorado, vigilando que no se queme. Colamos y reservamos.
A parte en un bol batimos los huevos junto con el azúcar hasta que tengamos una masa blanquecina y espumosa.
Incorporamos la harina previamente tamizada, el impulsor químico y el cacao en polvo, mezclamos para que se integren.
Agregamos la mantequilla y mezclamos con movimientos suaves.
Vertemos la masa en una manga pastelera y dejamos refrigerar 1 hora.
Precalentamos el horno a 180º.
Engrasamos el molde. Rellenamos 3/4 partes de su capacidad y horneamos durante 8 minutos a 180º.
Desmoldar con cuidado y dejamos enfriar sobre una rejilla.

El molde utilizado para preparar las madeleines es de Ohgar,