Si el otoño me gusta por sus temperaturas y por los paisajes con colores cálidos que deja el otoño y el invierno por las capas blancas que nos deja en las montañas. La gastronomía todavía ayuda a sumar más puntos, para desear la llegada de estas estaciones.
Siempre he comido los boniatos asados, cuando paso por delante de una castañera es muy difícil resistirse al aroma de castañas y boniatos asándose lentamente. Pero me anime a probarlo dentro de una deliciosa crema, en un pastelito combinado con chocolate y ahora voy probando diferentes recetas y texturas.

 

Ingredientes
para 2 o 3 bocadillos
200 gr de boniatos
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
aceite de girasol para freír
12 hojas de salvia o  albahaca
una chapata
250 gr de queso fontina cortado a rodajas finas, yo puse feta, puede ser cualquier queso
sal
pimienta

Preparación

Pelamos los boniatos y lo cortamos a láminas finas. La untamos con aceite de oliva virgen y salpimentamos.
Calentamos una sartén-plancha. Añadimos las rodajas de boniato y dejamos que se hagan de 2 a 3 minutos por cada lado. Han de quedar tiernas. Retiramos y reservamos.Limpiamos la plancha.

Mientras en una sartén pequeña calentamos un poco de aceite de girasol, agregamos las hojas de salvia o de albahaca (lo que hayáis escogido) y las freímos durante 1 o 2 minutos a fuego fuerte, que queden crujientes, retiramos con cuidado y reservamos sobre un papel de cocina absorbente.Cortamos la chapata, abrimos. Calentamos la plancha, pincelamos con un poco de aceite de girasol del de freír las hojas y colocamos el pan hacia abajo, dejamos que se haga durante 1 minuto.

Extendemos el tapenade por los lados tostados del pan de chapata, ponemos el queso por encima, repartimos las hojas que teniamos reservadas y cubrimos con las rodajas de boniato. Tapamos con la cara de la chapata.

Ponemos los bocadillos en la plancha y dejamos que se hagan durante 1 o 2 minutos por cada lado.

Servir inmediatamente.

Esta receta es del libro 200 recetas para vegetarianos.