Las madeleines, son un bocado delicioso y esponjoso, presentado en forma de concha de origen francés.
Su origen es disputado unos dicen que el origen está en la región de Lorraine, que fue la cocinera Madeleine Paumier, quién preparó este postre por primera vez en la recepción que dió en su castillo el rey polaco Stanislas, exiliado para entonces en Commercy, en 1755. Al monarca le gustó tanto que las bautizó con el nombre de la cocinera.
Otros afirman que fue una joven llamada Madeleine que ofrecía unos bizcochitos con forma de concha a los peregrinos de Santiago de Compostela.
Ingredientes
para unas 25 unidades
Harina de repostería, 150 gr
Mantequilla, 150 gr
Azúcar, 150 gr
3 huevos medianos (150 gr)
4 gr de levadura química
la ralladura de 1 limón, sólo la parte blanca
1 cucharadita de semillas de amapola
Precalentamos el horno a 180º.
Engrasamos el molde de las madeleines.
Ponemos la mantequilla en un cazo a fuego suave y dejamos que se funda, cuando se forme una espuma blanquecina en la superficie dejamos hervir unos minutos hasta que adquiera un color dorado, vigilamos que no se queme. Dejamos enfriar un poco y colamos. Reservamos.
En un bol batimos los huevos junto con el azúcar hasta que estén blanquecinos y espumosos, añadimos la harina tamizada de una sola vez, la levadura, y las semillas de amapola, mezclamos bien hasta que estén los ingredientes integrados.
Añadimos la mantequilla junto con la ralladura de limón removemos suavemente.
Rellenamos 3/4 partes de la capacidad del molde y horneamos durante 7 u 8 minutos a 180º.
Retiramos del horno, damos un ligero golpe en la superficie de trabajo y desmoldamos, dejamos enfriar sobre una rejilla.
Mi molde para las madeleines son de Ohgar, sinceramente tenía mis dudas que desmoldara bien y me ha ido perfecto. Y el plato donde presento las madeleines también son de la web Ohgar.
Que ricas las madeleines y estas que has preparado tienen una pinta maravillosa, estoy segura de que un bocado de ellas tiene que ser delicioso!!
Ideales para una merienda