La pasta es un imprescindible en nuestra cocina, un ingrediente simple y delicioso, gran parte de su éxito se basa en la cocción.
 
Suele cometerse algunos errores a la hora de cocinar pasta, que terminan por arruinar el resultado final.
 
 
Para disfrutar de un buen plato de pasta, necesitaremos una olla grande y alta, para que la pasta pueda moverse bien durante la cocción. Pondremos 1 litro de agua por cada 100 gr de pasta, de esta forma quedará bien hidratada y no se pegará. Otra forma de calcular la cantidad de agua necesaria es multiplicando por 10 la cantidad de pasta.
 
Añadiremos 1/2 cucharadita de sal por cada litro de agua cuando borbotee no antes. Cuando la sal esté disuelta añadiremos la pasta, removemos con una cuchara de madera, mantenemos el agua en constante ebullición, vigilando que no desborde de la olla y removiendo de vez en cuando la pasta. No taparemos la olla.
 
No añadiremos ni aceite ni mantequilla al agua, ya que formará una película impermeable y resbaladiza alrededor de la pasta que impedirá que absorba la salsa. Podremos añadir unas gotas de aceite de oliva una vez la hayamos cocinado y esté escurrida, para que no se apelmace.
 
Tampoco añadas al agua ningún condimento tipo laurel, orégano…etc mejor cuando ya esté servida.
 
Y lo más importante es  respetar los tiempos de cocción que nos indica el paquete, la pasta siempre debe quedar al dente. Cuando la pasta se ha cocinado demasiado suelta más almidón que luego se transforma  en azúcar en el estómago y se digiere peor. Antes de retirarla comprobamos la cocción, debe estar tierna por fuera pero ligeramente dura por dentro.
 
Con la ayuda de una espumadera retiramos la pasta del agua o con cuidado la escurrimos con la ayuda de un colador.. 
 
Guardamos un cucharón de agua de la cocción para poder añadirla a la salsa, si tienes que poner la pasta nuevamente al fuego con la salsa, retiraremos un minuto antes del tiempo indicado en el paquete.
 
Otro grave error es pasar por el chorro de agua fría la pasta, con ello solo conseguimos que tenga una textura demasiado blanda y no se adhiera la salsa.
 
No dejaremos la pasta en el escurridor, es la salsa quién debe esperar a la pasta no viceversa. Hemos de tener siempre la salsa a punto para añadir la pasta, mezclar y servir, la pasta no espera.
 
Para disfrutar del sabor de la pasta, es mejor no añadir demasiados ingredientes a la salsa ni mucha cantidad de salsa en el plato, para poder disfrutar del sabor de la pasta.

 

 
Cocer pasta para llevarla en el tupper o para cuando en casa se come por turnos
¿Eres de los que se lleva tupper al trabajo? ¿En tu casa primero comen unos y luego otros? Si tu respuesta es si, sabrás que hay cosas que no quedan tan bien una vez calentadas al micro y una de ellas es la pasta.
 
Normalmente una vez cocinada la pasta y la salsa, mezclamos ambas cosas calientes, cuando es para consumirla al momento no pasa nada, pero cuando es para introducirla en el tupper para el día siguiente, o para calentarla más tarde, la pasta sigue cociéndose con el calor residual y queda pasada y reseca.
 
Pues vamos hacerlo diferente.
 
Cocinaremos la pasta, una vez cocida, la volcaremos en un escurridor y refrescaremos bajo el grifo, dejaremos escurrir hasta que esté completamente fría.
 
Cocinamos la salsa y dejamos enfriar.
 
Una vez tengamos la pasta y la salsa frías mezclaremos y entonces introduciremos en el tupper que utilicemos normalmente. 
 
Si la tenemos que comer en casa, no mezclar hasta el último momento.
 
El truco es de Anita de cocinitas
 
Los tupper que utilizo para que mis hijos se lleven la comida son de Oghar, Pure box de Luminarc