Estoy encantada con la sartén mineral que me regalo Monix es realmente una maravilla, no se pega nada y reparte el calor uniformemente, me encanta…
para 4 personas
2 cebollas
1 vaso de vino blanco
600 gr de guisantes
1/2 morcilla de Burgos
aceite de oliva virgen
sal
pimienta
4 huevos
trufa negra
aceite de tartufo nero
Preparación
Preparamos los huevos poche para hervirlos en el último momento mientras se terminan los guisantes.
Cortaremos 4 cuadrados con film transparente, los untaremos con la ayuda de un pincel con unas gotas de aceite de tartufo nero para que el huevo no se pegue y se aromatice bien.
Ponemos el cuadrado de film dentro de una taza, cascamos el huevo en su interior, rallamos unas lascas de trufa negra, ponemos una gotita de aceite de tartufo, salpimentamos y formamos un saquito, cerramos bien con hilo de cocina.
Repetimos lo mismo con los tres huevos restantes. Reservamos.
Retiramos la piel de la morcilla y cortamos a dados. Reservamos.
Retiramos la piel de la morcilla y cortamos a dados. Reservamos.
Pelamos la cebolla y cortamos a juliana fina.
En una sartén ponemos un chorro de aceite de oliva, pochamos lentamente la cebolla. Cuando este tierna y transparente añadimos los guisantes, vertemos el vino, subimos el fuego para que se evapore el alcohol, bajamos el fuego y cocemos unos minutos.
Agregamos la morcilla y dejamos cocer unos minutos hasta que los guisantes estén al dente
Agregamos la morcilla y dejamos cocer unos minutos hasta que los guisantes estén al dente
Ponemos agua en un cazo, cuando arranque a hervir introducimos los saquitos y dejamos cocer durante 4 minutos. Retiramos, dejamos templar para poder manipularlos, retiramos el hilo y el film transparente y depositamos con cuidado sobre los guisantes.
Buenísimo este plato, sobretodo si la morcilla es de Burgos.
Besos
Blanca de JUEGO DE SABORES